El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí, reconoció durante su comparecencia en la Comisión de Energía del Congreso que la empresa titular de la central de Garoña no ha cumplido el calendario de actuaciones que le exigió el organismo. No obstante, Martí no se pronunció sobre la conveniencia o no de que la planta nuclear burgalesa pueda seguir operativa hasta el año 2031 y defendió que el CSN se ocupa de la seguridad y protección radiológicas pero “no dicta la política energética”.
La esperada comparecencia parlamentaria del presidente del CSN, que ha estado precedida de graves denuncias internas sobre “presiones, amenazas, caza de brujas y politización” del organismo, no despejó las dudas sobre el futuro de Garoña, aunque quedó claro que la central -inactiva desde diciembre de 2012 y pendiente de autorización de ampliación de su vida útil a 60 años- no ha realizado las mejoras exigidas en una instrucción técnica emitida por el CSN en 2014, y que ha incumplido el plazo de ejecución, fijado en septiembre de 2015. El presidente del CSN dijo desconocer el coste de las mejoras que ha exigido a Nuclenor para reabrir Garoña, pero insistió en que éstas serán necesarias para volver a poner en marcha la central...